Mucho han arriesgado la mujeres de santa Águeda, de Corral de Almaguer, y la apuesta les ha salido a ganar. En lugar de asegurarse el éxito con una comedia de risa fácil, han optado por subir a escena un texto dramático de honda simbología para celebrar, como cada año lo hacen, el ocho de marzo, Día de la Mujer.
Sobre un escenario desnudo, nueve sillas rodean la abstracción de un ataúd junto al que Carmen vela el cadáver de su marido, descargando sobre él, con ironía y sarcasmo, lo que ha sido una vida de incomunicación, soledad y culpas. Alberto Novillo revisita el monólogo de Cinco horas con Mario, que sale de la novela de Miguel Delibes, y lo convierte en un alegato coral desdoblando a la Menchu de Delibes en nueve conciencias diferentes, en nueve mujeres que ocupan las nueve sillas, y una tras otra, como una voz única, descargan sobre el difunto lo que durante tantos años ha estado reprimido.
Cogiendo a nueve mujeres con escasa o ninguna experiencia sobre las tablas, Novillo, actor, director y profesor de arte dramático, monta un espectáculo cargado de plasticidad con el que muestra un trabajo enorme con resultados de nivel alto, salpicado de transiciones elaboradas que rompen la monotonía que puede provocar el texto, sazonando la representación con efectos de impacto que descargan la tensión dramática y dinamizan las largas intervenciones de las actrices.
El trabajo realizado por las mujeres de la Asociación Santa Águeda merece todo el respeto tanto por la interpretación como por la elección del texto. Una obra cuya puesta en escena no debería quedarse en una simple experiencia piloto, sino continuar con nuevas propuestas de calidad que potencien y den visibilidad al teatro corraleño.