Quinientos años después de que se construyera el convento de San José, alguien recuerda entre sus paredes un mensaje esencial en tiempos difíciles: "Si todos es de todos, ¿por qué hay tanta gente que no tiene nada?" Eso y otras cosas fueron las letras que cantó Luis Guitarra el sábado 20 de julio en el patio del convento en un concierto que ofreció, junto Carmen Sara, dentro de la programación de los Veranos de la Asociación.

Abrazado su guitarra, Luis presentó canciones de su nuevo disco "Todo es de todos" y repasó algunos temas de su dilatada carrera como cantoautor. Si sus canciones contienen un muestrario de temas sociales, las historias que narró Carmen Sara pusieron la emoción al concierto, con un tono cercano atraparon la atención del público, como "La niña que solo sabían pintar", "Yo también tengo mamá" y otras.

Cuando Luis Guitarra comenzó a componer canciones para subirlas a un escenario, empezó a coger historias de gentes que vivían su realidad o que más bien la padecían, y entendió que no era ético apropiarse de aquello para lucro personal. Por eso decidió que cualquier ganancia obtenida por ese concepto debía volver a su origen, ser reinvertida en aquellas personas que protagonizan las historias que él canta. Desarrolla su actividad solidaria en la ONG "Como tú, como yo" (www.comotucomoyo.org), una organización que ayuda a cuantas personas lo necesitan en cualquier lugar del mundo, financiándose solo con las aportaciones voluntarias de cuantas personas quieren colaborar, sin ninguna subvención ni ayuda institucional. Esta actividad le ha llevado visitar diferentes lugares para conocer en vivo la realidad de sus gentes y tender una mano desinteresada.

Aunque Luis es un artista atípico que vive al margen de las tecnologías que condicionan los movimientos sociales en la actualidad, ha entendido que no se puede estar oculto para desarrollar su labor solidaria. Actúan en pequeños sitios, buscando siempre la cercanía y complicidad de la gente y se ha hecho presente en las redes sociales (www.luisguitarra.com) para dar a conocer su compromiso vital y mantener el contacto con los que quieran unirse a su tarea. Siempre en movimiento, va repartiendo su vida normal, porque considera que "nunca hay brillo en los zapatos de quien viaja con lo puesto".